Por hojas es el método mas efectivo y rápido. Pero no siempre es preciso, dado que algunos ejemplares son mas difíciles de propagar que otras.
Simplemente consiste en extraer cuidadosamente una hoja de la planta madre y colocarla en tierra hasta que esté lo suficientemente grande como para plantarla.
1er paso: Extraemos de un tirón la hoja de la planta madre, con cuidado de no romper ninguna de las dos.
2do paso: Dejamos la hoja en un lugar soleado (pero no al sol directo), esto ayudará a que se forme una callosidad en la base de la hoja, de la cual saldrán las raíces.
Luego de unas semanas comenzarán a asomar las raíces, pero ¡paciencia! Todavía no es momento de plantarla.
Cuando notemos que las raíces han crecido, al igual que los brotes y la hoja madre comienza a ponerse amarilla y arrugarse, es momento de plantarla.
La hoja se arruga y colorea de forma amarilla debido a que la pequeña suculenta ya ha adquirido todos los nutrientes necesarios de la misma para crecer, y ya no la necesita.
